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Drones. Cuidarán San Lázaro

La Cámara de Diputados está a la espera de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), avale el permiso para poder volar Aeronaves Pilotadas a Distancia (RPAS, por sus siglas en inglés), mejor conocido como dron, en el perímetro del recinto legislativo.

La Cámara de Diputados está a la espera de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), avale el permiso para poder volar Aeronaves Pilotadas a Distancia (RPAS, por sus siglas en inglés), mejor conocido como dron, en el perímetro del recinto legislativo.

Desde 2016, personal de resguardo de la Cámara fue capacitado a recomendación de la DGAC por la empresa Cramex Aviation (encargada de ofrecer cursos de piloto de drones), para obtener la licencia.

Cada uno de los permisos cuenta con un número de licencia, que van del 27 al 33, de acuerdo con los documentos a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL.

El personal de resguardo del Palacio Legislativo de San Lázaro podrá volar los drones bajo la premisa de que “no pueden salir de las instalaciones”, y es exclusivamente para “verificar y preservar la seguridad interna”.

Los también llamados aeródromos civiles volarán desde el interior del recinto legislativo para observar lo que acontece en el perímetro que lo comprende, es decir, toda la manzana, ya que su uso quedó establecido como herramienta de vigilancia interior, por lo que no se podrán volar a distancia muy altas, ya que por la ubicación del recinto se cumple con las tres restricciones establecidas por la Dirección de Aeronáutica Civil: estar a menos de una milla náutica (nueve kilómetros) de un aeropuerto, a media milla náutica de un helipuerto, y en la radial de un aeropuerto (menos de tres kilómetros).

Para el uso de éstos, la Cámara de Diputados tuvo que registrar los aeródromos ante la SCT, nombrar un representante legal como responsable, y contar con un seguro de vida (institucional), por fallas del aparato y por una responsabilidad civil a terceros, ya que se corre el riesgo de que se pueda caer o ser derrumbado.

También se elaboró un manual de operación para la utilización de las aeronaves en el recinto legislativo, en donde se especifica el proceso que se debe seguir antes de volar el aparato.

La última etapa en la que se encuentran para poder operarlos es la emisión de la matrícula como persona moral y la clasificación de la persona jurídica que quede como responsable de su uso, la cual podría recaer en la Secretaría General de la Cámara o en la Dirección General de Resguardo y Seguridad.

La Dirección de Resguardo vigilaría diariamente con los drones la seguridad a distancia, perimetral (de la cerca para dentro), e interna, por lo que sólo volaría en el espacio registrado, sin salir a la calle y de día, pues las especificaciones técnicas impiden su uso por la noche.

En mayo de 2016, este diario publicó que la Cámara de Diputados tendría un nuevo sistema de seguridad con un costo de alrededor de 91 millones de pesos, con el objetivo de poder detectar cualquier indicio de agresión en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

El sistema incluía dos drones que no se han podido utilizar, debido a que siguen a la espera de la licencia por parte del SCT. El costo de los artefactos es de aproximadamente 50 mil pesos.

Las consideradas aeronaves pilotadas a distancia que se utilizarán son de tres kilos, calificadas como profesionales, por lo que se requiere de licencia, pues de acuerdo con la Dirección General de Aeronáutica Civil, las aeronaves se clasifican por su tamaño: RPAS micro (2.00 kg o menos) no requieren permiso; RPAS pequeño (de 2.001 kg hasta 25 kg) y RPAS grande (25 kilogramos o más), sí lo requieren.

Para obtener la licencia para vuelo de dron, se requiere tomar un curso de vuelo en una escuela certificada, ser mexicano de nacimiento, ser mayor de 18 años, contar con cartilla de servicio militar liberada, haber terminado la preparatoria, y tener buen estado de salud, ya que para obtener el documento es necesario pasar un examen médico aeronáutico que es muy estricto.

A partir de diciembre de 2018, volar drones sin licencia podría costar hasta 403 mil pesos de multa, de acuerdo con la publicación de la normatividad sobre vuelo en el Diario Oficial de la Federación, que aprobó el Congreso de la Unión en abril de este año.

La norma establece que las concesiones o los permisos se podrán revocar por infringir las condiciones de seguridad operacional, y que en el Registro Aeronáutico Mexicano deberán inscribirse los documentos por los cuales se adquiera, transmita, modifique, grave o extinga la propiedad, posesión y demás derechos reales sobre las aeronaves civiles pilotadas a distancia, conforme a lo especificado en la Norma Oficial Mexicana correspondiente.

Fuente
eluniversal.com.mx
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