A su llegada al foro para la pacificación, Andrés Manuel López Obrador encontró a cientos de víctimas de la violencia y sus familiares reclamando justicia.
¿Ya sé que no aplauden? Como pocas veces desde que ganó la presidencia, a Andrés Manuel López Obrador lo recibieron con reclamos y no con aplausos a su llegada al Segundo Diálogo por la paz, la verdad y la justicia. (Foto: Notimex)
Esta vez, a Andrés Manuel López Obrador no lo recibieron con aplausos.
“¡Ni una más! ¡Ni una más! ¡Ni una asesinada más! No necesitamos dialogar, necesitamos encontrarlos… ¡Queremos que los encuentren! ¡Pónganse a trabajar! ¡Justicia, justicia! ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, fueron con los que víctimas la violencia en México recibieron al presidente electo a su llegada al Centro Cultural Tlatelolco en la Ciudad de México.
En ese lugar, memorial de una de las represiones violentas que han marcado la historia del país, López Obrador encabezó uno de sus foros para la pacificación del país, acompañado de miembros de su equipo de transición.
Alejandro Encinas, propuesto como subsecretario de Gobernación, dijo que en cuanto atención a víctimas de violencia, se busca la protección de cuatro derechos: el derecho a la memoria y la verdad; a la justicia, a la reparación del daño y la garantía de no repetición.
Encinas recordó que en México se han hallado 1,100 fosas clandestinas, cientos de familias han sido desplazadas de sus lugares de residencia y la ausencia del Estado impide que se garantice la seguridad y la justicia de las personas. Esto, dijo, es uno de los retos de la próxima administración.
“Estamos en un escenario profundamente adverso en el país. Estamos en una crisis humanitaria, una crisis de derechos humanos”
Alejandro Encinas, futuro subsecretario de Gobernación.
El poeta Javier Sicilia recordó que a unos metros está el Edificio Chihuahua, un testigo mudo que sobrevive a 50 años de la matanza de Tlatelolco, por lo que llamó a un minuto de silencio luego de leer un fragmento del poema Quinto Sol, de Francisco Segovia. Las víctimas iniciaron reclamos de justicia.
“Muchas gracias por el silencio acompañado por los reclamos de justicia”, expresó Sicilia.
El poeta de Morelos conmemoró movimientos como el de exigencia de justicia de Rosario Ibarra de Piedra, el movimiento Eureka y el Movimiento por la Paz y la Justicia que encabezó tras el asesinato de su hijo.
Sicilia propuso siete mesas de trabajo para que el proceso de justicia transicional se conduzca con las organizaciones de víctimas y la sociedad civil.
Irinea Buendía, la madre de Mariana Lima —mujer asesinada y cuyo caso ha sentado un precedente en la investigación de feminicidios en México— reclamó que en el país se ha normalizado el feminicidio y se han legitimado los contextos.
“Los gobiernos en transición han creado comisiones de la verdad, las cuales son entidades oficiales, temporales, autónomas”, criticó.
Exigió que las nuevas autoridades generen condiciones propicias para que sean las víctimas —y no los perpetradores— quienes estén al centro del proceso de impartición de justicia.
