Corte Suprema de EE.UU. respalda el acceso a la píldora abortiva

La Corte Suprema de Estados Unidos ha rechazado el intento de grupos antiaborto y médicos de restringir el acceso a la píldora abortiva, otorgando una victoria a la administración del presidente Joe Biden en su esfuerzo por mantener la disponibilidad del medicamento.

Los jueces, dos años después de revocar el reconocimiento de un derecho constitucional al aborto, votaron 9 a 0 para anular la decisión de un tribunal inferior que revertía las medidas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de 2016 y 2021, que facilitaban la prescripción de la mifepristona.

La píldora, aprobada por la FDA en el año 2000, se utiliza en más del 60% de los abortos en Estados Unidos. El tribunal dictaminó que los demandantes carecían de la capacidad legal necesaria para continuar con el caso, lo que requería demostrar que habían sufrido daños atribuibles a la FDA.

Un fallo a favor de los demandantes podría haber puesto en peligro la autoridad reguladora de la FDA sobre la seguridad de los medicamentos.

Los demandantes atacaron las acciones regulatorias de la FDA en 2016 y 2021, que incluían la autorización de abortos con medicamentos hasta las 10 semanas de embarazo y la entrega del medicamento por correo sin consulta médica en persona. La demanda buscaba inicialmente revertir la aprobación de la mifepristona, pero ese aspecto fue rechazado por un tribunal inferior.

Este caso es otro frente en la intensificada batalla por el derecho al aborto en Estados Unidos. La Corte Suprema, con una mayoría conservadora de 6 a 3, revocó en 2022 el precedente Roe v. Wade de 1973, que había legalizado el aborto en todo el país, llevando a muchos estados a promulgar restricciones respaldadas por los republicanos.

Biden, que busca un segundo mandato en las elecciones de noviembre, es un defensor del derecho al aborto. Él y los demócratas han intentado convertir el derecho al aborto en un tema central en la contienda contra los republicanos.

La mifepristona se utiliza junto con el misoprostol para realizar abortos con medicamentos. La FDA ha afirmado que, tras décadas de uso por millones de mujeres en todo el mundo, la mifepristona es «extremadamente segura» y que los eventos adversos graves son muy raros.

Los demandantes, encabezados por la Alianza para la Medicina Hipocrática, argumentaron que la FDA actuó en contra de su mandato de garantizar la seguridad de los medicamentos al aliviar las restricciones a la mifepristona. Acusaron a la FDA de violar una ley federal que regula las acciones de las agencias.

Los demandantes presentaron la demanda en Texas en 2022. El juez de distrito Matthew Kacsmaryk falló a su favor en 2023, una decisión que habría retirado la píldora del mercado.

Tras la apelación de la administración, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, con sede en Nueva Orleans, no llegó tan lejos como Kacsmaryk, pero aún así falló en contra de las decisiones de la FDA de 2016 y 2021 que ampliaban el acceso a la píldora. Este fallo quedó en suspenso a la espera de la revisión de la Corte Suprema.

En una encuesta de Reuters/Ipsos de mayo, el 50% de los encuestados apoyaba el requisito de una visita médica en persona para obtener medicamentos abortivos, mientras que el 33% se oponía a esa regla. El 17% estaba indeciso.

El 57% de los encuestados dijo que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, en comparación con el 46% en 2014. Un 31% consideró que debería ser ilegal en la mayoría o en todos los casos, frente al 43% en 2014. Aproximadamente el 10% se mantuvo indeciso.

La Corte Suprema escuchó los argumentos sobre la mifepristona en marzo. Este caso marcó la primera vez que un tribunal cuestionaba la experiencia y el juicio de la FDA para restringir el acceso a un medicamento aprobado, según la administración de Biden.

Los demandantes alegaron que tenían la capacidad legal para demandar porque sus médicos miembros se verían obligados a tratar complicaciones de medicamentos abortivos en emergencias, debido a las medidas de la FDA.

El Departamento de Justicia respondió que estos daños reclamados eran especulativos: que otros médicos proporcionarían mifepristona a mujeres que luego podrían necesitar atención médica de emergencia. Los demandantes que optaron por practicar la medicina de emergencia no pueden alegar haber sido perjudicados «cuando se les presenta pacientes que necesitan atención», añadió.

La disputa sobre la mifepristona no es el único caso de aborto que la Corte Suprema debe decidir este año. También se espera un fallo sobre la estricta prohibición del aborto en Idaho, respaldada por los republicanos, que prohíbe el aborto incluso si es necesario para proteger la salud de la mujer embarazada en una emergencia médica.