*En la conmemoración del CDLIV Aniversario Luctuoso de Vasco de Quiroga, el Cardenal Alberto Suarez Inda, señaló que la utopía fue un proyecto a realizar con esfuerzo y realismo.
*Por su parte, el gobernador Silvano Aureoles mencionó que se trata de un hombre que “quiso profundamente a Michoacán”.
El presidente municipal, Víctor Báez Ceja, aseguró que la utopía de Tomás Moro que Vasco de Quiroga implementó en la ribera del Lago de Pátzcuaro “está más vigente que nunca”.
Durante la conmemoración del CDLIV Aniversario Luctuoso de Vasco de Quiroga, organizado por el Ayuntamiento de Pátzcuaro y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), donde estuvo presente el gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, así como el rector de la máxima Casa de Estudios, Raúl Cárdenas Navarro, el presidente destacó el corte humanista de la vida y obra del Primer Obispo de Michoacán: “un hombre visionario que implementó en estas tierras la utopía de Tomás Moro”.
Agregó que el humanismo de Vasco de Quiroga fue tal que se “ganó el cariño y respeto de los purhépechas, dignamente reconocido como Tata Vasco”; por todo ello, consideró que es importante no solo reconocer su legado sino de mantener vigente su pensamiento para hacer de “Pátzcuaro, la ciudad de la utopía”.
En su oportunidad, el orador oficial del acto, Cardenal Alberto Suárez Inda, describió la obra de Vasco de Quiroga como polifacética al conservar su vigencia y actualidad. “Decir que Vasco es un soñador, no es de ninguna manera afirmar que fue un iluso –o ingenuo-, para él la utopía fue un proyecto a realizar con esfuerzo y con realismo”.
Suárez Inda aseguró que toda persona que no tenga sueños es un “conformista” o incluso un “mediocre” que deja que la vida transcurra sin ideales y sin motivaciones; “el que no sueña es un cobarde que se deja aprisionar por las adversidades”, remató.
Asimismo, comentó que uno de los rasgos de la personalidad de Vasco de Quiroga es que era un “hombre estudioso” de la ciencia del derecho, pero también, como Caballero de Malta, realizó prácticas hospitalarias que le permitieron “abrir su mente” a otras culturas y otras lenguas.
Vasco de Quiroga fue un hombre austero, amante de la justicia y promotor de los derechos humanos, luchó -“con verdadera pasión”- contra todo tipo de esclavitud argumentando la igualdad de todas las razas sin distinción de edad, género o creencia. “Entre los derechos humanos contemplaba, en primer lugar, la salud, luego la educación y el trabajo”.
Fue amante de la belleza, promovió artesanías, diseñó construcciones para sus hospitales y para el culto, favorecía la música y el canto cuidando el decoro en las celebraciones litúrgicas, también, refirió Suárez Inda, animó a los indígenas a elaborar preciosas imágenes con la antigua técnica de la caña de maíz.
El cierre de la conmemoración del CDLIV Aniversario Luctuoso de Vasco de Quiroga, correspondió al gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, quien aseguró que se trata de un hombre que “quiso profundamentea Michoacán, su gran amor por esta tierra lo hermanó con los indígenas michoacanos, nació en España pero su vida, obra y legado, lo convirtieron de manera genuina en uno de los michoacanos más notables de nuestra historia”.