Internacional
México seguirá exportando jitomate a EE.UU. pese a arancel
La presidenta rechazó la reactivación del arancel del 17.09 % y aseguró que el jitomate mexicano no tiene sustituto en el mercado estadounidense

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció tras la polémica generada por la reactivación de un arancel a las importaciones de jitomate mexicano por parte del gobierno de Estados Unidos.
En un primer posicionamiento, la mandataria rechazó la imposición de la “cuota compensatoria” del 17.09 por ciento, y aseguró que, a pesar de la medida, el jitomate mexicano seguirá llegando al mercado estadounidense porque “no tiene sustituto”.
«No estamos de acuerdo con esta medida que toma el Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Es un acuerdo que existe, que ya se probó retirar, que lo retiraron y lo tuvieron que volver a incorporar», expresó Sheinbaum.
Gobierno prepara respaldo a productores
La presidenta adelantó que la próxima semana se anunciarán acciones concretas para proteger a los productores nacionales de jitomate, en coordinación con el Gobierno Federal.
«No quisiera adelantar, pero son en el marco del Plan México y vamos a dar distintas opciones a los productores de jitomate en nuestro país y a seguir peleando en los Estados Unidos. Nosotros recuerden que tenemos una mesa, de aquí al 1 de agosto, y esperamos llegar a una cuota, incluido el tema del jitomate», explicó.
Sheinbaum también informó que este martes el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, sostendría un encuentro con productores para plantear alternativas y abordar, además, el tema del cierre fronterizo al ganado mexicano.
Señalan retroceso en la relación comercial
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció este lunes su salida del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping que se había mantenido por 28 años. Esta decisión fue calificada por productores mexicanos como un retroceso que pone en riesgo la estabilidad de la cadena agroalimentaria en América del Norte.
La postura fue respaldada por las secretarías de Economía y Agricultura de México, que calificaron la imposición de la cuota como una medida “injusta” y perjudicial tanto para los productores mexicanos como estadounidenses.