Internacional
Trump busca cerrar el Departamento de Educación
El mandatario argumenta que el control federal ha fracasado y busca devolver la educación a los estados
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea emitir una orden ejecutiva para cerrar el Departamento de Educación, según fuentes cercanas a su administración citadas por The Wall Street Journal. Un borrador del decreto establece que la secretaria de Educación, Linda McMahon, deberá “tomar todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del Departamento de Educación”, en la medida en que la ley lo permita.
El documento sostiene que la supervisión educativa a nivel federal no ha dado los resultados esperados y que es momento de devolver el control a los estados. Hasta el momento, la Casa Blanca no ha respondido a solicitudes de comentarios sobre la posible implementación de esta medida.
“El experimento de controlar la educación estadounidense a través de programas y dólares federales ha fallado en nuestros hijos, nuestros maestros y nuestras familias”, se lee en el borrador del decreto.
Un desafío legislativo en el Congreso
Disolver el Departamento de Educación requeriría la aprobación del Congreso, un obstáculo que podría complicar los planes de la administración Trump. Varios programas clave de la agencia, como los fondos para estudiantes con discapacidad y los préstamos estudiantiles, están protegidos por ley y cuentan con respaldo bipartidista.
El plan sigue la línea del Proyecto 2025 de la Fundación Heritage, una iniciativa conservadora que propone redistribuir las funciones del Departamento de Educación en otras agencias gubernamentales. Según este esquema, la Oficina de Derechos Civiles se trasladaría al Departamento de Justicia, mientras que los programas de préstamos estudiantiles serían gestionados por el Departamento del Tesoro.
La secretaria de Educación, Linda McMahon, confirmó que la administración Trump mantiene su intención de avanzar con el cierre del departamento.
“Trump y los votantes nos han encomendado la misión de eliminar la burocracia del Departamento de Educación, y lo haremos de manera cuidadosa y responsable”, afirmó en un correo dirigido al personal.
Durante su audiencia de confirmación, McMahon aseguró que el objetivo no es eliminar los programas educativos, sino hacerlos más eficientes. No obstante, reconoció que cualquier reestructuración completa requerirá la aprobación del Congreso.
Un departamento en la mira de los republicanos
Desde su creación en 1979, bajo la presidencia de Jimmy Carter, el Departamento de Educación ha sido un blanco frecuente de críticas por parte de sectores conservadores. En los últimos años, el descontento se ha intensificado, especialmente durante la administración de Joe Biden, con temas como el perdón de préstamos estudiantiles, la gestión de la ayuda financiera y las políticas de antidiscriminación para estudiantes transgénero.
Trump ha reiterado su compromiso de desmantelar la agencia, argumentando que solo ha generado más burocracia sin mejorar la calidad educativa. A pesar de ser la agencia de menor tamaño dentro del gabinete, con aproximadamente 4,500 empleados, encuestas recientes muestran que la mayoría de los estadounidenses se muestran escépticos ante su eliminación, mientras que los demócratas rechazan firmemente la propuesta.
En este contexto, la administración ya ha implementado medidas para reducir la influencia del departamento. Ha disminuido personal, recortado gastos y pausado iniciativas de derechos civiles. También ha cancelado subvenciones y contratos relacionados con la investigación y la calidad educativa, al tiempo que ha utilizado su brazo de derechos civiles para abordar cuestiones como el antisemitismo en campus universitarios, el alojamiento para estudiantes transgénero y los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
