Monreal: estoy listo para la «guerra sucia» en la capital

El delegado en Cuauhtémoc da un espacio para la entrevista con La Jornada, en medio de una vorágine de actividades públicas y reuniones con sus colaboradores. Se instala en su oficina, donde domina la austeridad de sillas de plástico, un escritorio de medio uso y libreros viejos, repletos de obras de filosofía y derecho.

Con una carrera política de 40 años, se advierte como el próximo gobernante de la capital del país. “Es una responsabilidad no sólo política, sino moral y social. Gobernaré Ciudad de México, que se encuentra en un momento difícil en donde se conjuntaron todos los factores: un régimen corrupto, que se niega a morir, que compra votos y que destruye esperanzas, y un pueblo que lucha por sacudirse esas cadenas.

Se tiene que dar una sacudida fuerte a toda la estructura política y social de nuestra ciudad. Me siento completo, con experiencia de la vida acumulada, donde no tomaré decisiones estridentes, facciosas, sino que que ayuden a la población, y esa es una ventaja; no seré rehén de intereses ni de grupos políticos históricos, pero tampoco de intereses económicos.

–Al político actual se le identifica por la voracidad desmedida –se le comentó.

–El dinero no es lo mío, no me interesa. Mi esposa y yo somos los únicos que sobrevivimos de nuestras fuentes de ingreso, y podría sobrevivir; tengo mi despacho, escribo libros y artículos, soy maestro y catedrático.

“Sé que hay pobreza, corrupción, desaliento, por eso estoy inscrito en esta etapa del México moderno, porque la ciudad necesita una dirección firme.

Yo tengo convicción, conocimiento y dedicación absoluta a la política. En mi gobierno vamos a batallar, no será fácil. Quienes piensan que Ciudad de México será un premio, que es un estímulo, que es cómodo gobernarla, están equivocados; va requerir de muchas horas de diálogo, de una visión plural de gobierno.

Monreal Ávila le entra al tema de los señalamientos en su contra: “Estoy en mi mejor momento de tranquilidad, de ponderación, de prudencia; manejé Zacatecas, manejé 40 mil a 50 mil millones de pesos, y nunca en mis 40 años he sido señalado por actos de corrupción, de abuso de autoridad o por violación o quebranto a la ley; jamás he sido investigado, señalado ni menos sancionado.

Claro, no ha faltado la difamación, la calumnia. Siempre que trato de contender por un puesto de elección popular se recicla la basura electoral y política, y se recicla la guerra sucia.

–¿Qué hacer con el corporativismo nacido del PRI y promovido de forma exponencial por el PRD?

–Mi compromiso es derribar todos los estigmas, toda esta inercia corporativista, y derribar estas prácticas y redes institucionales de corrupción que se forman al amparo del poder público en las delegaciones, y en el gobierno central. Ciudad de México reclama un nuevo contrato social con los ciudadanos.

–Los ciudadanos, ya son incrédulos de los gobernantes y políticos –se le expuso.

–Hay un abismo entre la autoridad y los ciudadanos. Presenté Proyecto 2.5, un libro con ideas muy claras acerca de propuestas de gobierno, es decir, en el caso nuestro hay programa, hay proyecto y hay dirigente, líder para poder enfrentar. Creo que esta ciudad va a requerir mano firme, sin caer en el autoritarismo, para poder deshacer, desbandar el corporativismo y entonces dar piso parejo, horizontalidad a la participación ciudadana. Eso se va a cubrir con mayor trasparencia, sin vicios y sin excesos.

“Yo sí creo en la participación ciudadana, son entes nuevos, permanentemente exigentes. La inclusión, el respeto y la tolerancia serán elementos distintivos del gobierno: a la diversidad sexual, a personas con capacidades diferentes, a personas con credos distintos. Proyecto 2.5, visión metropolitana,contempla siete grandes ejes de gobierno”.

–El PRD va a defender la ciudad como sea, es su bastión. ¿Se encuentra listo para la guerra de lodo?

–Estoy preparado para la guerra sucia, y mi familia está preparada, porque ha vivido momentos difíciles; siempre hemos salido adelante, y hoy no será la excepción.

Yo espero que se desate la guerra sucia, porque no es cualquier cosa el gobierno de la ciudad, sé los intereses que encierra y sé a los intereses que me voy a enfrentar. Por el contrario, sin entregar principios ni negociar la actitud política, llegó el momento de conversar para que nuestra sociedad sea más incluyente y más plural.

Con el caudal de experiencia en política, Ricardo Monreal pondera el proceso de selección de candidato –del que se siente seguro ganará– en Morena: respeto a mis compañeros, creo que todos tienen mucho que aportar, lo importante de este proceso es que salgamos unidos; va a ser un ejemplo si logramos sacar adelante el proceso sin sobresaltos y sin estridencias; va a ser un ejemplo en el país, porque no es la ambición personal la que nos debe de estar llevando a la búsqueda de esta posibilidad. No soy un ambicioso vulgar. Soy político, tengo 40 años de serlo, porque estimo que la política es noble y digna, no hay que demeritarla, hay que enaltecerla y dignificarla.

–¿Se debe desterrar la ambición personal y de grupo en un proceso así?

–La unidad, la altura de miras, el interés superior para mí es que Andrés Manuel López Obrador sea presidente de la República, eso a todos nos debe de situar arriba. Si nosotros no somos ni ocupamos un puesto de elección popular, está bien, no hay problema. Para mí la prioridad es que Andrés sea presidente de la República. Es la única manera de dar una gran sacudida al país.

–¿Se ve como jefe de Gobierno de la ciudad?

–Estoy preparado y estoy listo para ser jefe de Gobierno, me he preparado muchos años de vida. Y voy a ser un buen gobernante, porque no tengo otra distracción, no tengo vicios. Con Morena iniciará una nueva historia en la ciudad, y va a ser para bien, no vamos a fallar; yo voy a gobernar.

Fuente: www.jornada.unam.mx