Se busca encubrir una alianza con el PAN, señalan opositores [template id=»34″] Ciudad de México.- Como parte de una ‘‘ruta política’’ hacia 2018, pero no una definición de alianzas, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) acordó impulsar el Frente Amplio Democrático para las elecciones de ese año y convocó a ‘‘cerrar filas’’ a todos los partidos de oposición para lograr la transformación del país y sacar al PRI del gobierno.
Aunque la propuesta está abierta lo mismo al PAN que a Morena, la dirigente perredista, Alejandra Barrales, dijo que quienes se sumen al proyecto deberán hacerlo sin protagonismos ni candidaturas preconcebidas, para construir una plataforma.
Aunque las corrientes opositoras al acuerdo censuraron que sólo se pretende encubrir una alianza con el Partido Acción Nacional previamente pactada, Barrales reivindicó el aval mayoritario y desestimó que, por ahora, requiera de la aprobación del Consejo Político porque ‘‘no se trata de una alianza electoral, sino de una línea política’’, cuando se busque concretar una alianza electoral lo decidirá el consejo (…) Reivindicó que el frente tiene el consenso de la mayoría de las corrientes y de todos los gobernadores de extracción perredista.
Tras una reunión del Comité Ejecutivo Nacional –donde por 16 votos a favor, cinco en contra y una abstención se avaló el proyecto– y luego de una reunión con el consejo consultivo, que incluyó al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y a los gobernadores de Michoacán, Silvano Aureoles, y de Tabasco, Arturo Núñez, Barrales dijo que el PRD está dispuesto a dialogar con todas las fuerzas de oposición y, ‘‘sin claudicar principios, que se pongan en el centro las coincidencias.
Y aunque en el documento se establece como parte de las tres opciones políticas que hay en el escenario político una ‘‘que impulsa el extremismo y la polarización social y política del país’’, a pregunta expresa evadió responder si aludía a Morena. ‘‘Cuando tenemos un mensaje concreto para una fuerza política lo decimos sin tituteos; estamos hablando de todas aquellas fuerzas políticas que radicalizan una posición, vemos ese riesgo’’.
Interrogada sobre la posibilidad de que derivado del acuerdo el PRD pudiera postular lo mismo a Andrés Manuel López Obrador que a Ricardo Anaya –líder panista– o a Margarita Zavala, la lideresa perredista dijo que por ahora se trata de definir una plataforma y un método de selección de candidatos. Anunció que remitirán cartas a los dirigentes partidistas para oficializar la propuesta y ‘‘ojalá que haya una respuesta positiva’’ para impulsarlo.
‘‘En este frente todos los participantes acudirían en calidad de integrantes, con aspiraciones a ser candidatos, pero también dispuestos a no ser candidatos. Condición no sólo para el PRD, es decir, ojalá Morena nos contestara y dijera que vendría sin precandidatos y poner por delante una agenda, un proyecto de país y entonces ubicar el método de quién puede ser el mejor.’’
Barrales mencionó que la experiencia del estado de México dejó claro que la mayoría de la población rechazó la propuesta del PRI, pero la dispersión opositora permitió que ese partido preservara el gobierno. Por eso, sin claudicar en ideologías, de derecha o izquierda, todos coinciden en que hay que enfrentar la violencia del país o hacer frente a la corrupción.
Por otra parte, entrevistado sobre si declinaría su aspiración, Miguel Ángel Mancera señaló: ‘‘Es un buen anuncio el que se hace y la ciudadanía es la que debe decidir’’.
–¿Aceptaría todas las reglas?
–Si se construye y es una construcción de la ciudadanía, sí –respondió.
En paralelo, corrientes opositoras se pronunciaron en la sede del PRD contra el proyecto, al que calificaron de madruguete, según definió Alejandro Sánchez Camacho, de Izquierda Democrática Nacional. Dijo que en realidad se trata de una provocación a López Obrador, pues se trata de ir aliados con el PAN que, recordó, cometió el fraude en 2006.
A su vez, entrevistado telefónicamente, René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional, cuestionó la pretensión de algunas corrientes aliarse con la derecha, ‘‘lo cual es una incongruencia política’’.
Fuente: www.jornada.unam.mx