Tamaulipas

¿Quién es el bueno para la UAT?

Ante la inminente salida de Enrique Etienne Pérez del Río de la Rectoría de la UAT, dos son los aspirantes que levantan la mano.

El primero es José Andrés Suárez Fernández, actual Director de Servicios Escolares y ex Director de la Facultad de Agroindustrias en Reynosa. De edad avanzada, similar a la del actual Rector Enrique Etienne, se dice con la experiencia necesaria y los méritos suficientes para dirigir el destino de la UAT en los años venideros.

José Andrés Suárez Fernández
José Andrés Suárez Fernández

José Suárez, mejor conocido en su círculo como “La Galga”, alcanzó la cúspide de su carrera universitaria en tiempos de José María Leal Gutiérrez cuando fue designado Secretario Académico, y si bien su paso careció de reestructuraciones académicas o un nuevo plan de estudios, su labor le permitió tener continuidad con Etienne como Coordinador de Planeación y Desarrollo Institucional, y recientemente como Director de Escolares.

Suárez es vinculado hacia el interior de la Universidad con el grupo reynosense del ex Rector José María Leal, quien buscaría en “La Galga” recuperar los espacios perdidos a lo largo de la actual administración.

El segundo destapado es Eduardo Arvizu Sánchez, ex Director de la Facultad de Arquitectura y actual Director del Centro Universitario Tampico-Madero, o como dicen en la UAT: «el Rector del Sur».

“Lalo” Arvizu es una carta fuerte para Rectoría, y es que a pesar de ser abiertamente priista y un activo militante en campañas electorales en el sur del estado, no se le conocen problemas legales. Prueba de ello es su permanencia en la Máxima Casa de Estudios sin importar sus funciones en puestos públicos de administraciones municipales o estatales.

Eduardo Arvizu Sánchez
Eduardo Arvizu Sánchez

Arvizu también es vinculado hacia el interior de la UAT con un grupo de poder llamado “El Grupo Mante” de los hermanos Rangél, conformado por tres facultades y una preparatoria, a diferencia del grupo reynosense liderado por el Ex Rector Chema Leal, quien solo recibe el apoyo de una institución.

Ambos presumen ser cien por ciento universitarios, formados y forjados en las aulas de la universidad, primero como alumnos y después como maestros, siendo esto lo que pareciera necesitar la UAT y no imposiciones externas que darían una mala imagen al inicio de gestión del nuevo gobernador.

A pesar de su pasado priista, ambos aspirantes confían en la madurez política de Francisco García Cabeza de Vaca, y por la información que tenemos, el gobernador entrante dejaría a un lado rencores y colores para dar el visto bueno al mejor perfil que recomponga a la maltratada Universidad Autónoma de Tamaulipas.

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