De las más de 14 mil peticiones, México cerró el año pasado con 9 mil 17 peticiones aceptadas. En términos per cápita esto representa que en territorio mexicano sólo hubo en 2017, siete refugiados por cada 100 mil habitantes en el país, documentó el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Estas personas huyen de sus naciones de origen por razones económicas, políticas o de violencia, señaló la agencia de la ONU en su informe Tendencias globales. Desplazamiento forzado en 2017, que se lanzará este martes, y donde aborda la situación de refugiados y desplazados a escala global.
En la sección sobre las Américas, el reporte revela que en 2016, 90 por ciento de los solicitantes de refugio a México procedían de Honduras, El Salvador y Guatemala; sin embargo, para 2017 el número de venezolanos que pidieron esta protección en territorio mexicano subió, alcanzando 28 por ciento del total, mientras que el de las naciones del Triángulo Norte de Centroamérica se redujo a 59 por ciento.
De acuerdo con el Acnur, “la compleja situación socioeconómica y política en Venezuela” ha causado que más de 1.5 millones de sus pobladores se movilicen hacia otras naciones. Más de 166 mil venezolanos presentaron solicitudes de asilo entre 2015 y 2017, pero tres cuartas partes lo hicieron durante el año pasado.
Sus principales destinos fueron Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú, España y Estados Unidos. En el caso de México, los venezolanos se ubicaron en 2017 como la segunda nacionalidad de peticionarios –sólo detrás de los hondureños— con 4 mil 42 solicitudes.
En Centroamérica la situación es diferente, expone el informe del Acnur, pues en esta región las personas que deciden huir lo hacen por la violencia causada por las pandillas y el crimen organizado. A escala mundial, más de 294 mil centroamericanos presentaron solicitudes de asilo y refugio a otros países, particularmente a Estados Unidos, México, Belice, Costa Rica y Panamá.
Ante esta compleja situación, México aprueba muy pocas solicitudes de refugio. El año pasado, las autoridades mexicanas reconocieron a 2 mil 825 personas como refugiadas o les brindaron protección complementaria y se estima que se cerró con 9 mil refugiados.
“El número de personas reconocidas como refugiadas en 2017 bajó 27 por ciento con respeto al número de 2016, en gran medida por la capacidad limitada de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, agravada por el impacto del sismo del 19 de septiembre. Al terminar el año, 52.9 por ciento de las personas que solicitaron esa condición estaban a la espera de una decisión”.
El informe advierte que las guerras y otras formas de violencia y persecución incrementaron el desplazamiento forzado en el mundo. A finales del año pasado la cifra de desplazados forzosamente a escala global alcanzó 68.5 millones de personas, de éstas, 16.2 millones lo hicieron en 2017, lo que equivale a 44 mil 500 personas desplazadas cada día y a una cada dos segundos.
“Lamentablemente, a nivel global las soluciones siguen siendo escasas. Las guerras y los conflictos continuaron siendo los principales impulsores con poco progreso visible hacia la paz. Alrededor de 5 millones de personas pudieron regresar a sus hogares en 2017, y la gran mayoría regresó de los desplazamientos internos, pero entre ellos se encontraban personas que regresaban bajo coacción o hacia contextos frágiles. Debido a una disminución en el número de lugares de reasentamiento, el número de refugiados reasentados se redujo en más del 40 por ciento a unas 100 mil personas”, asienta el informe.
“Estamos en un punto decisivo, donde el éxito en la gestión del desplazamiento forzado a nivel mundial requiere un enfoque nuevo y mucho más amplio para que los países y las comunidades no se queden solos”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
“Pero hay razones para algunas esperanzas”. Catorce países ya están iniciando un nuevo plan para responder a las situaciones de los refugiados y en cuestión de meses un nuevo Pacto Mundial sobre los Refugiados estará listo para su aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas. De estos países, seis son del continente americano: México, Belice, Honduras, Panamá, Costa Rica y Guatemala.
Fuente: www.jornada.unam.mx
